Tips para antes de viajar en Carretera:
revisión de tu vehículo
¿Emocionado por tu próximo viaje en carretera? antes de pensar en la playlist perfecta, cuántos peajes hay en el camino; hay una parada obligatoria: revisar a tu fiel compañero, tu auto.
¿Por qué la revisión previa es la primera parada de tu viaje?
Finalmente, has planeado el viaje perfecto: la ruta, la maleta lista y las ganas de explorar el camino abierto. Pero, ¿estás seguro que tu compañero de viaje más importante, tu vehículo: ¿está tan listo como tú?
Ignorar la revisión previa al viaje puede ser la causa de imprevistos que arruinan las vacaciones: desde un sobrecalentamiento en medio de la nada, hasta un accidente prevenible. La verdad es que un viaje exitoso y libre de estrés comienza mucho antes de encender el motor. Un viaje en Colombia por carretera, requiere tu carro al 100% de su desempeño y seguridad.
Para facilitar las cosas, hemos segmentado la revisión en dos categorías:
La revisión primaria: lo que puedes y debes revisar tú mismo en casa (principalmente los fluidos vitales).
El diagnóstico profesional: lo que requiere una visita al experto (sistemas complejos y revisiones avanzadas).
La primera puede que la realices tú, pero si tienes la opción de que un mecánico o un especialista revise los fluidos, se fijará en otras variables como fugas y la calidad de los fluidos.
Revisión importante de líquidos de tu vehículo
Los líquidos vitales: 4 puntos de control obligatorios
Los fluidos son la esencia de tu vehículo: si están en niveles bajos o contaminados, el daño puede ser catastrófico, especialmente bajo el estrés de un viaje largo. Afortunadamente, esta es la revisión más fácil de realizar en casa. Un daño por la no revisión de algunos de estos factores puede generar un recalentamiento, una parada forzada o en casos más graves, un accidente.
Aquí te explicamos cómo comprobar los 4 líquidos cruciales para tu seguridad y el motor:
Nivel de aceite del motor (el lubricante principal)
El aceite es lo que permite que las piezas internas del motor se deslicen sin fricción excesiva. Su revisión es vital antes de cualquier ruta larga.
Tip clave: revísalo con tu motor en frío para obtener una lectura precisa, el vehículo debe haber estado apagado y nivelado (en plano) por al menos 10-15 minutos. El aceite necesita tiempo para escurrirse al cárter. Ten presente que el aceite de tu vehículo debe cambiarse entre los 5.000 y 10.000 kilómetros dependiendo del aceite, entre más reciente sea tu cambio de aceite tu viaje va a ser mejor.
Líquido de frenos (seguridad absoluta)
No es un fluido que se "consume", por lo que un nivel bajo es una clara señal de advertencia.
Tip clave: siempre en su nivel máximo. Verifica el depósito (generalmente pequeño y ubicado cerca del conductor) el nivel debe estar casi al tope, sin exceder la marca de máximo.
Si el nivel está bajo, significa que tus pastillas y discos de frenos están muy gastados, o peor aún, que hay una fuga en el sistema. Si el nivel está bajo, no salgas a carretera hasta que un profesional revise el sistema de frenos por completo. Recuerda que en líquido para frenos, Motul es más.
Dirección asistida (si tu dirección es hidráulica)
Aunque muchos vehículos modernos usan dirección asistida eléctrica, si el tuyo es hidráulico, necesita este fluido.
Revisión: localiza el depósito de la dirección hidráulica. La mayoría tiene marcas de nivel "frío" y "caliente". Revisa el nivel y, si es necesario, rellena con el fluido específico recomendado por el fabricante.
El Diagnóstico profesional - lo que NO podemos revisar nosotros mismos
Dejando en manos de expertos: fluidos y sistemas complejos
Hay ciertos fluidos y componentes que son esenciales para un viaje seguro, pero cuya revisión requiere un poco más que un simple vistazo o una varilla de medición accesible. Si bien puedes inspeccionar visualmente en busca de fugas (manchas debajo del auto), la verificación del nivel y el estado de estos elementos es mejor dejarla a tu mecánico de confianza, especialmente antes de un viaje largo.
Aquí te mostramos los puntos que deberían ser evaluados por un profesional antes de emprender tu ruta.
1. Líquido de transmisión automática
A diferencia del aceite de motor, el estado y nivel del líquido de la transmisión es un indicador directo de la salud de este componente costoso.
La dificultad: muchos autos modernos, especialmente aquellos con transmisiones selladas, no tienen una varilla de medición accesible para el usuario. La revisión precisa requiere calentar el auto a una temperatura específica y usar herramientas de diagnóstico.
Señales de alarma para el taller: SI notas que los cambios de marcha son bruscos, tardan demasiado, o si detectas un olor a quemado, necesitas una revisión inmediata. Un cambio de aceite de transmisión a tiempo puede prevenir fallas mayores y costosas en el futuro.
2. Transmisión trasera o diferencial
Este sistema es crucial para vehículos de tracción trasera, camionetas o 4x4, ya que permite que las ruedas giren a diferentes velocidades en las curvas y distribuye la potencia.
El líquido del diferencial (o transmisión trasera) se revisa a través de un tapón ubicado en la carcasa, lo que obliga a levantar el vehículo.
Importancia previa al viaje: si vas a cargar mucho peso o planeas conducir por terrenos difíciles, el aceite del diferencial trabajará más duro. Incluir su revisión o un posible cambio en tu mantenimiento preventivo es una gran inversión en la longevidad de tu tren motriz.
Si llevas meses sin visitar el taller, pide una inspección para viajes que incluya estos puntos. Un mecánico podrá no solo revisar el nivel, sino también el color y la consistencia de estos fluidos, que te dan pistas sobre el desgaste interno del vehículo.
Otras revisiones importantes y visualización
Es momento de inspeccionar los componentes que te conectan directamente con la carretera y te permiten ver y ser visto. Esta inspección debe ser meticulosa, ya que estos elementos son tu primera línea de defensa ante cualquier emergencia.
Verifica las llantas
Los neumáticos son el único punto de contacto entre tu vehículo y la carretera. Su estado influye directamente en el frenado y la estabilidad, especialmente a alta velocidad o bajo la lluvia.
Presión correcta: antes de salir, y con las llantas "en frío", revisa la presión de aire (incluyendo la de repuesto). Consulta la etiqueta de tu vehículo (generalmente en el marco de la puerta del conductor o la tapa de gasolina) para conocer la presión ideal. Si viajas con mucha carga o pasajeros, a menudo se requiere una presión ligeramente superior.
Observa la profundidad del labrado, si el dibujo está cerca del límite legal (generalmente 1.6 mm), es hora de cambiarlas. También inspecciona los costados en busca de cortes, grietas, o protuberancias (chichones), que son un riesgo de explosión a alta velocidad.
Revisión de pastillas y discos de frenos
Aunque el líquido de frenos se ha revisado, la inspección física de los componentes es vital.
Pastillas de frenos: si es posible, revisa visualmente el gzosor de las pastillas de frenos a través del rin. Si ves que el material de fricción está muy delgado (menos de 3-4 mm), no pospongas su cambio.
Señales auditivas: presta atención a cualquier chillido o ruido metálico al frenar; estas son las señales de que las pastillas están en su límite.
Discos: asegúrate de que los discos no presenten surcos profundos o un desgaste irregular.
Revisión de funcionamiento de las luces
Las luces no solo te permiten ver de noche, sino que comunican tus intenciones a otros conductores. Haz un chequeo completo, enciende tu vehículo y haz que un acompañante verifique que funcionen:
Luces bajas y altas (faros principales).
Luces direccionales (intermitentes) laterales, delanteras y traseras.
Luces de freno (presiona el pedal y haz que revisen las tres luces traseras).
Luces de reversa y luces de placa.
Líquido de frenos (seguridad absoluta).
¡Todo revisado, listo para partir y disfrutar la ruta!
Has dedicado el tiempo necesario para inspeccionar los líquidos vitales (aceite, refrigerante, frenos), has revisado que tus llantas y luces estén perfectas, y has asegurado que los sistemas complejos estén a punto. ¡La parte más importante de la preparación está hecha!
Recuerda que la seguridad en carretera no es solo técnica; también es responsabilidad personal:
Hidratación y descanso: mantente hidratado y haz pausas cada dos horas. Un conductor descansado es el mejor dispositivo de seguridad del vehículo.
Cobertura: viajar con un seguro de riesgo te ofrece una capa adicional de tranquilidad ante cualquier imprevisto, ya sea un accidente o una avería compleja.
Mantenimiento de calidad: Si tu revisión te indicó que necesitas rellenar o cambiar fluidos, recuerda siempre optar por la máxima calidad. Para asegurar que tu motor reciba la mejor protección, visita nuestros puntos Motul. Están estratégicamente ubicados para que encuentres el lubricante perfecto o el Engine Clean que tu motor necesita, ¡cerca de tu ruta o destino!
Combustible y aditivos: se recomienda tanquear full antes de salir, no solo para evitar paradas innecesarias, sino para asegurar la calidad. Adicionalmente, puedes adicionar un aditivo mejorador de octanaje (cetanos). Esto no solo proporciona un mayor rendimiento y previene el cascabeleo (golpeteo) en el motor, sino que también ofrece confiabilidad en el sistema al contribuir al limpiador a inyectores y mantener todo el sistema en óptimas condiciones.
